Este sitial, tradicionalmente destinado para altos dignatarios eclesiásticos o civiles, se incorpora al tránsito de lo público a lo privado como prodigio del mobiliario barroco.
Decorado con patrones de rocalla y hermosas rodillas –pliegues de las patas de la silla– y remates con figuras antropomorfas, es un magnífico ejemplo de ebanistería novohispana.
Ficha técnica
Fecha:
Último tercio del siglo XVIII
Procedencia:
Nueva España (Hoy México)
Técnica:
Madera tallada con asiento y respaldo de terciopelo