El reloj solar horizontal, de la tradición de Butterfield, se caracteriza porque su gnomon (pieza en ángulo que genera la sombra) es paralelo al eje de la tierra, lo que le permite mostrar la hora en cualquier momento del día mientras haya luz. El curioso objeto tiene forma de un ave que, con su pico, señala los dígitos romanos y arábigos sobre un octágono regular.