Esta pieza fue realizada para ser compañera de viaje. Se aprecia una estructura de tapas reforzadas de acero para soportar el peso y las asas laterales que facilitan el traslado. El forro exterior solía ser de cuero de cerdo o búfalo, al que se añadían bordados en fibra de pita. La iconografía en sus caras laterales –el águila bicéfala, símbolo de la casa de los Habsburgo– da cuenta del estatus nobiliario de su propietario. Este objeto era un lujo en sí mismo: los delicados interiores servían para transportar artículos como vajillas, mantelería, vidrio, plata e incluso cocos chocolateros.