Tu obra gemela es el escritorio del pacto de Carlos V y Solimán el Magnífico. No es casualidad que te identifiques con el encuentro entre dos grandes. En este cofre, se resumen años de historia y enfrentamiento entre el oriente y el occidente, pero, sobre todo, se refleja el profundo respeto mutuo de estos dos poderosos monarcas. Como ellos, seguramente tú eres un líder nato. Tus ejércitos te siguen - sea en familia, entre los amigos o en el trabajo – porque confían en ti y en tu visión. Y aunque estás dispuesto o dispuesta a ir a la guerra para obtener lo que quieres, sabes también respetar y admirar a otros que, como tú, se esfuerzan y trabajan para alcanzar sus metas. Identificas y admiras la experiencia, el conocimiento y la valentía. No te da miedo pisar territorios nuevos, experimentar otras culturas y aprender de ellas. Tu horizonte es muy amplio, como el del gran imperio otomano, y gracias a tu energía, tu valor y tu determinación, podrás sortear los mares, cruzar los desiertos y librar las batallas que te harán ser grande.

Un ciudadano, un voto, es el reclamo democrático histórico. Decidir como un acto colectivo. Ser escuchado y participar con libertad para resolver entre todos los problemas comunes. Un acto fundamental de un adulto, ser responsable de la vida en común. Más que preocuparse, atender y actuar para enfrentar los asuntos públicos, que comparten los individuos en una comunidad. Un momento clave en la vida cívica: elegir. Un buen día, cumples 18 años y acudes a depositar una papeleta a un arcón transparente. Pero no siempre fue así. La democracia es vulnerable. Necesita de cada uno de los ciudadanos, de su voz, su voto y su participación para persistir. Por eso, toda democracia necesita de personas como tú, que en la responsabilidad reconoce la habilidad de responder, de ser parte de la solución, pero sin la tentación de pensarse el único portador de la verdad. Eres un demócrata porque crees que la mejor forma de solucionar los retos es sumando esfuerzos, escuchando y valorando la diversidad de enfoques y opiniones. Respetando la voluntad de la mayoría. Este objeto antiguo resguarda un espacio donde coinciden lo público y lo privado, la libertad y la justicia. El tache en la boleta que otorga confianza y demanda cumplimiento. En esa urna se acumula la voluntad popular. Ser un demócrata, como tú, significa respetar la pluralidad política, defender la diversidad social, pero más que nada participar para mantener a flote el derecho de todos a elegir con libertad por el bien de todos.

Si el armario con escenas de oficios es tu obra gemela, nadie como tú conoce lo que es el trabajo duro. Así como las escenas de oficio que adornan esta obra, sabes lo que es tallar tu propio destino. Tienes una estructura de pensamiento meticulosa, cuidas los detalles y ordenas tus ideas antes de llevar a cabo cualquier labor. El esfuerzo y la dedicación te han convertido en un maestro de tu propio arte. Quizás a veces sientes que piensas mucho las cosas, pero sin duda tomas las mejores decisiones. En tu mente, así como en este armario, tienes presente todas tus acciones, tus logros y también tus errores. Eres duro contigo mismo y a veces con los demás. Esas cerraduras de hierro no se abren tan fácilmente. Sin embargo, tus ideas y tus conocimientos te hacen ser alguien multifacético y el efecto que provocas es que las persona a tu alrededor quieran conocerte más. El armario con escenas de oficios es una pieza con muchas historias, tallado con trabajo y precisión, al igual que tu vida.

Si la papelera con reloj es tu obra gemela, tú eres de esas personas que destaca no solo por su belleza exterior, sino por otros miles de detalles escondidos y que hacen que, el interior, sea aún más atractivo. Como ante esta pieza, hay quienes quedan prendados con ver los detalles finos de la fachada. Al fin y al cabo, no todos podemos presumir estar hechos con tanto detalle y maestría. Pero la mayor sorpresa se la llevan quienes, no cohibidos por la primera impresión, se atreven a acercarse y abrir poco a poco los pequeños cajones interiores, descubriendo nuevas sorpresas a cada paso. Que esto no se mal interprete como una bienvenida a cualquier extraño. De personalidad reservada, pareciera que compartes los orígenes germanos de tu obra gemela. Solo los más cercanos tienen acceso a los compartimentos interiores, y aunque sea difícil abrirlos, quienes lo logran, sabrán que pueden depositar dentro sus objetos y pensamientos más preciados y estarán bien resguardados. Belleza exterior, sorpresas por descubrir y la confianza de que tus más íntimos secretos están a salvo. Así es esta papelera y todos los que tienen el privilegio de llamarla su obra gemela.

Tu pieza gemela es un reloj de pie. Firme, estable, fuerte como un roble y por si eso fuera poco, siempre perfeccionista. Incapaz de llegar tarde a una reunión o cita, la puntualidad es una de tus mejores cartas de presentación. Esta pieza, igual que tú, brilla y lo hace manera radiante. De imponente elegancia y refinados detalles, parece que tu presencia misma marca el tiempo al ritmo que tú impones. Quienes te rodean suelen quedar como hipnotizados, eres una referencia, das orden y serenidad. Pero la seguridad que transmites tiene su costo. Eres estricto y riguroso, y a veces es difícil seguirte el ritmo. Aun así, tu rectitud, tu aplomo y tu disciplina generan enorme admiración. Quienes tienen la fortuna de conocerte, te recordarán siempre con el mismo respeto, como si el tiempo no transcurriera.

Si el cuadro de San Hipólito es tu obra gemela, tiendes a ser una persona espiritual. Tu familia es muy importante, sabes que es el círculo que te da estabilidad y apoyo, por eso, tu mayor deseo es defender su legado con honor y sabiduría. Tus lugares favoritos son aquellos en los que te sientes rodeado de paz y que te permiten escuchar tu voz interior. Atraes a las personas por tu gran calidad humana y empatía.

Tienes el mejor estilo del grupo, una elegancia estudiada y cuidada pero que parece casual, porque no importa si estás haciendo ejercicio, trabajando o en un evento social, siempre te ves espectacular. Te sabes todos los trucos de belleza incluyendo los remedios de abuelita que te da pena confesar que usas, pero que sabes que funcionan. Por eso, todos te piden consejo, y a ti te encanta ayudar, porque disfrutas ver como las personas se sientes bien, cuando se ven bien. Tienes claro que nadie está condenado o salvado por su físico y que la verdadera belleza emana de la personalidad y la seguridad que proyectas. Consideras que la vida es una fiesta y has venido a disfrutarla. Tus lugares favoritos son aquellos que te permiten vibrar y conectar con las personas.

Si tu obra gemela es esta escultura de Santiago Matamoros, tienes un espíritu aventurero y un don de liderazgo. Las personas confían en que siempre sabrás cuál es el mejor rumbo y están dispuestas a seguirte. Eres un guerrero que jamás se rinde ante la adversidad y que se atreve a tomar riesgos para lograr sus metas. Tus principales armas son tu inteligencia, tu experiencia y la seguridad en ti mismo. Puedes parecer duro y distante, como si tuvieras una armadura puesta, pero en verdad eres amoroso y fiel, defiendes a los tuyos - amigos o familia – en cualquier circunstancia. A veces, esto te mete en problemas, porque eres propenso a comprarte pleitos ajenos. Pero quienes tienen el privilegio de considerarte cercano, saben que tienen en ti a un incondicional, que los acompañará hombro a hombro en cualquier batalla.

Si te identificas con esta obra, es que eres una persona extrovertida, que se siente cómoda con la imagen que proyecta, además de ser sofisticada e inteligente, capaz de reconocer la belleza en los pequeños detalles. Eres un experto de las apariencias y hay quienes dicen que, platicar contigo es como mirarse al espejo, porque es difícil ocultarte los defectos, el cansancio o las marcas que ha dejado el tiempo y que cuentan historias felices o de dolor. Te atraen las cosas finas y bellas, y sabes distinguir el trabajo bien hecho y la maestría, porque tú mismo te esfuerzas siempre en hacer las cosas con excelencia. Lo haces, porque te provoca placer la satisfacción de alcanzar tus metas, pero también es cierto que te gusta el reconocimiento de los demás. Esto no quiere decir que eres vanidoso, simplemente, que crees que el trabajo, los logros, el conocimiento, la experiencia, merecen ser reconocidos, en ti y en otros. Por eso podría decirse que eres o te gustaría ser un personaje público.

Al igual que esta pieza fina proveniente de Augsburgo, sueles brillar más que el resto. Como esta bandeja lo fue hace cientos de años, eres el centro de atención y te gusta ser reconocido por tu belleza y detalles. Eres una persona espléndida, despreocupada, sabes que viniste a esta vida a disfrutar y no te cierras a ninguna oportunidad de hacerlo. Te gusta compartir con todos y esa generosidad te hace aún más luminoso. Pero no se debe confundir tu gusto por llamar la atención con frivolidad o vanidad. Si hoy puedes sentirte orgulloso, es porque te has esforzado mucho. En tu historia hay trabajo arduo y dedicación, has forjado tu propio destino y has cincelado tu vida con esmero para que sea lo que tú esperas. Sigue así, porque al igual que esta histórica bandeja de plata, eres una persona única entre muchas.

Esta obra relata la crónica de un edén perdido. Acaso eres un explorador de la memoria incunable y gozas rastreando en los archivos más antiguos hasta encontrar entre los estantes de una biblioteca prodigiosa las páginas de un libro entrañable, enriquecido con ilustraciones dignas de un mago, sus autores dos grandes maestros: Wolgemut y Pleydenwurff, su aprendiz alcanzó la fama como Alberto Durero. Algunos pueden llamarte soñador, fantasioso, pero quizá simplemente tu mente goza de una flexibilidad única que te permite considerar lo inimaginable, encontrar posibilidades en lo imposible, como lo han hecho los grandes genios a lo largo de la historia, todos aquellos que a los que un día han llamado locos. Quien lea estas páginas conocerá los secretos de un orden bíblico, que en otro tiempo fue la única historia universal del orbe. Entre sus imágenes y su relato de hechos divinos se cruzará con las lluvias eternas del Diluvio planetario, que amenazaron con la destrucción de todas las cosas, también descubrirá una galería de monstruos maravillosos, ejemplo del temor a lo desconocido. Un auténtico bestiario medieval. Su editor lo lanzo al mar con estas palabras: "Vete ya, libro, y hazte conocer doquiera que el viento sople libre. Nunca antes se había impreso nada como tú. Miles de manos te tomarán con ansioso deseo y te leerán con gran atención". La obra concluye con el juicio final y las escabrosas escenas de la llegada del anticristo. Si eres un ferviente creyente en el apocalipsis inminente, esta pieza de arte retrata el horror al vacío que antecede al fin.

Esta silla de brazos es tu obra gemela. Puede parecer simple, desprovista de adornos y brillos, pero tiene un valor enorme e irremplazable. Como esta silla, tu eres la estabilidad y el soporte de muchos. Tu experiencia, tu sabiduría y tu templanza, invitan a los demás a recargarse en ti y sentirse seguros cuando estás cerca. Te has plantado en este mundo con seguridad, eres estable y confiable. Una vez que las personas te conocen, se sienten tan cómodas contigo que es difícil desprenderse. Desde tu posición las cosas parecen más simples, los problemas menos graves, el camino menos pesado. Eres, lo que puede llamarse, un alma vieja. Y al mismo tiempo, eres innovador, adelantado a tu época. Quizá tu mirada sabia te deja ver las cosas desde ángulos distintos y trazar soluciones inesperadas.

Si el Biombo de Enseñanzas Morales es tu alma gemela, eres una persona fuerte que protege a los suyos. Para ti siempre ha sido importante hacer lo correcto, aprendes de tus errores y te mantienes de pie en los momentos difíciles. Cada experiencia es un aprendizaje que compartes generosamente con los demás. Sabes que es difícil experimentar en cabeza ajena, pero confías en que, al transmitir tus principios y valores, puedes facilitarle el camino a quienes apenas comienzan. Las personas tienen mucho que aprender de ti y siempre estás dispuesto a compartir una que otra historia y lección de vida. Tienes un sentido de protección muy fuerte y si es necesario, estás dispuesto a colocarte entre tu ser querido y cualquier problema o ataque que se avecine. El bimbo de enseñanzas morales es una pieza única, que cuenta historias para la vida. No dudes de tu habilidad para enseñar y guiar a otros por el mejor camino.

Alegres compañías, seguramente te ves rodeado de ellas de forma cotidiana. Tu familia, tus amigos, tus compañeros de trabajo o de fiesta. Has encontrado la clave para disfrutar la vida al máximo rodeándote de personas que te hacen feliz. Y tú, en recompensa, eres también una buena compañía. Alegre, divertido, amigo confiable y leal. Disfrutas las conversaciones interesantes, la buena comida y el buen vino, la música y la risa. No es que te la vivas de fiesta, sino que consideras que la vida merece celebrarse. Desde los pequeños detalles cotidianos hasta los eventos más significativos, encuentras siempre una buena razón para agradecer, disfrutar y compartir.

Analítico y descriptivo, experimental y, cuando se puede, empírico. Así son tú y tu obra gemela, el globo de madera del siglo XVIII. Tu mente es heredera del siglo de las luces, te conduces con lógica y buscas la verdad. Eres una persona observadora que hace conexiones e infiere a partir de ellas. Tratas de buscar explicaciones para todo tipo de fenómenos y te gusta alimentarte de nuevos conocimientos. Pero además de tu lado racional, tienes otro soñador, que busca en las estrellas no solo la respuesta a las grandes incógnitas del universo, sino también mitos, historias de héroes, viajes intergalácticos. Te gusta recorrer lugares desconocidos – reales e imaginarios - y andar por el mundo en busca de puertos para zarpar hacia nuevos horizontes y conocer por ti mismo las maravillas que hay afuera.

Eres un ciudadano del mundo. Sabes muy bien qué ciudades visitas y cuáles faltan en tu lista. Tu obra gemela es el precioso globo terráqueo de Newton & Son. Eres un apasionado de los viajes porque te empapas de la cultura de todos los lugares que visitas. Viajar es una gran motivación porque te permite entenderte mejor a ti y a los demás. No estás hecho para la monotonía, tu mente y tú se encuentran en constante exploración. Sabes que la verdadera riqueza de los lugares está en su historia y en los relatos que cuenta la gente. Todo esto te hace un gran conocedor y compañero de aventuras.

Todos aquellos intrépidos aventureros reconocen la principal cualidad de los mapas: las fronteras que separan los territorios suelen construirse con un material líquido. Más que muros de concreto sólido, esas barreras entre los países están hechas de ilusión y sueños de conquista. Por lo mismo, se disuelven o se borran con el tiempo. Los vientos de la historia las crean y las desaparecen. La geografía de los imperios concluye en esos trazos limítrofes que marcan el ritmo de las invasiones. Al llegar a sus confines las murallas anuncian que los barbaros esperan su oportunidad. En esas hojas dibujadas para identificar los límites del mundo, descubrimos cuánto desconocemos de la tierra y el mar. Llamamos a los extraños, enemigos. No hemos aprendido el arte de la hospitalidad. Reconocer las diferencias del otro como atributos que enriquecen el mundo. Todavía sufrimos del orgullo de ser únicos y del temor de ser distintos. Si esta es tu obra gemela, probablemente te fascina viajar y recorrer tierras exóticas o mares ignotos. Seguro has sentido la tentación de mirar al otro. Admirar la diversidad del mundo y reconocer en ella la oportunidad de aprender, de expandir tus propios horizontes. Tienes entonces la virtud y la responsabilidad de compartir con otros esta visión y así contribuir a borrar, poco a poco, las fronteras imaginarias pero impenetrables del rechazo a lo desconocido o lo diferente.

Idealista, luchas contra molinos de viento, imaginas gigantes con la esperanza de conquistar a tu Dulcinea. Compartes el espíritu quijotesco. No olvides que a tu lado siempre debe acompañarte un fiel escudero, porque sueles ser vulnerable a las divagaciones de una mente soñadora y un Sancho siempre es necesario para cumplir con tus andanzas. Más que un objeto o una pieza, un libro es una puerta a otra realidad, una invitación a incursionar en las aventuras de visionario que de tanto leer se perdió en sus ensoñaciones. Una primera edición es casi una obra maestra. Un documento del pasado que nos recuerda el valor de las letras. De qué manera esos signos incrustados en papel han modificado nuestra manera de ver el mundo. Un libro siempre será la herramienta más transformadora creada por la mente humana, por su imaginación.

Tu obra gemela es la Urna Eucarística de Juan Pose. Desde el primer vistazo a esta pieza única, puedes identificar las dos cualidades que la distinguen y, por lo tanto, aquellas que probablemente te caracterizan a ti también. La urna, fabricada en plata, tiene un complejo trabajo artesanal que combina técnicas como la fundición, el forjado, el cincel, repujado y picado en lustre. Quien la llama su obra gemela seguramente destaca por ser una persona dedicada y esmerada, maestro en su propio arte y el dominio de su técnica, amante del trabajo bien hecho al que no se le escapa un solo detalle. Por si eso fuera poco, esta pieza está custodiada por San Miguel Arcángel, “la cabeza de la milicia celestial”, quien lidera los ejércitos de ángeles en contra del mal. ¿Habrá en ti también un valiente guerrero? Un líder que no teme dirigir a los demás en una batalla para proteger principios y proyectos. Quienes poseen convicciones tan sólidas, no solo suelen ser valientes, sino también tienen la capacidad de disipar en los demás los miedos, infundir valor y fortalecer la voluntad.