Felix Tissot nació en Marsella en 1909 y llegó a Taxco en 1956 luego de haber pasado un tiempo en Estados Unidos; primero Nueva York y finalmente en California donde aprendió a trabajar la cerámica. Si bien estableció un taller en la zona del desierto de Mojave donde desarrolló un estilo propio y logró un triunfo comercial, fue sin duda la experiencia mexicana que le proporcionó las herramientas para generar un negocio exitoso y una propuesta estética sólida y original. Su avezada técnica —resultado de dedicados periodos de experimentación— así como la interacción con las comunidades indígenas de la zona de Guerrero, específicamente con artesanos pintores de Amayaltepec, fue definitoria para lograr repertorios que hicieran su trabajo único y popular. Durante años, estos artesanos pintaron de forma libre, vajillas, lámparas, así como objetos decorativos y utilitarios, que luego Tissot terminaba y vendía a turistas nacionales y extranjeros, así como a hoteles y restaurantes. Fue a través de estas referencias locales que Tissot encontró un lugar en el mercado y sus piezas —que conjugaban lo primitivo y lo actual— se convirtieron en objetos del deseo para hogares modernos.

La obra de este destacado profesional, comprende un capítulo importante en la narrativa del diseño en México ya que refiere a la historia de la cerámica industrial y artística en el país; al desarrollo de Taxco como centro cerámico y de diseño, y a la importancia del turismo como fenómeno social y económico que sirvió para detonar nuevos mercados y crear productos de diseño específicos para el gusto extranjero.

 La exposición Lo eterno y lo moderno. Felix Tissot, presentó por primera vez en un museo, el trabajo de este ceramista y diseñador. Con material e información inédita; piezas de colecciones particulares en la ciudad de México y un extenso conjunto de piezas procedentes de la colección de Ione Tissot, hija del ceramista, esta exposición puso sobre la mesa un nuevo apartado en la historia del diseño nacional y la revelación de uno de sus protagonistas.

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