COLECCIONES

Wolfgang Paalen. Más allá del Surrealismo

El Museo Franz Mayer recibió en abril de 2005 la donación de numerosas pinturas, fotografías, publicaciones, dibujos, bocetos y documentos del artista austríaco Wolfgang Paalen (Viena, 1905 – Taxco, Guerrero, 1959).

Wolfgang Paalen. Más allá del Surrealismo ofreció una amplia retrospectiva de este valioso acervo mexicano al cumplirse los sesenta años del fallecimiento del maestro. Nacido en Viena, fue uno de los grandes exponentes del arte moderno impulsado por las más importantes búsquedas artísticas e intelectuales del siglo xx.

Integrante de grandes círculos artísticos de las vanguardias europeas, encontró un camino que lo llevó a la expresión y anticipación de un orden distinto de las cosas. Entre sus grandes aportes hay que destacar la Revista DYN, editada en México entre 1942 y 1944, que supuso el enriquecimiento del surrealismo con la inclusión de las artes primarias y las ciencias.

A lo largo de seis núcleos temáticos y de 106 piezas selectas de la Colección Franz Mayer, la muestra abordó las diversas etapas creativas de este dinámico creador. Sus grandes obsesiones: la mujer, el arte amerindio, la ciencia y su innovadora técnica del fumage articularon este recorrido a través de la vida de un artista que empleó el humo como lenguaje.

Surrealismo, abstracción, figuración

Históricamente se ha asociado a Wolfgang Paalen con el Surrealismo francés. El artista abordó en su obra muchos registros formales característicos del arte moderno del siglo XX, como la abstracción y el expresionismo. Durante sus últimos años de vida, realizó una pintura de naturaleza mucho más desenvuelta, donde los brochazos de color adquieren una libertad total.

Sobre estas obras resulta interesante constatar cómo el artista regresó con nuevos bríos a un tema que ya había abordado en los años veinte en París, influenciado por la escuela impresionista. Y aunque hizo escasos retratos, es también notable su acercamiento al género, como se pone de manifiesto en el de Monsieur Teste: protagonista de un célebre libro de 1896 escrito por el poeta francés Paul Valéry. 

La mujer

Para los surrealistas, la mujer –en muchas ocasiones personificada por maniquíes intervenidos– supone un tema fundamental en cuanto fuerza reveladora de la libertad y el arte.

Se puede trazar una constelación de obras sobre este tema, iniciando por las pinturas basadas en la pureza formal (casi podría decirse abstracto-geométrica) de sus piezas inspiradas en las esculturas prehelénicas de las Islas Cícladas del Mar Egeo. En la aproximación surrealista de la mujer, Paalen sumó su interés por las figuras totémicas, por las culturas aborígenes y las representaciones arcaicas de la feminidad como fuerza creadora, tal y como ocurre en Paisaje Azul.

Dos cabezas

Wolfgang Paalen llegó a París a mediados de los años veinte. Ahí entró en contacto con los surrealistas y con los maestros ligados al movimiento Abstraction-Création [Abstracción-Creación], quienes promovieron un arte totalmente ajeno a lo figurativo. Empezó una amistad con el artista suizo Serge Brignoni, conocedor de arte primitivo y quien será decisivo en su interés por las culturas aborígenes.

Todo este escenario es determinante en el desarrollo de obras como la intitulada Deux Tetes I [Dos Cabezas I] de 1936, donde se pone de manifiesto la relación entre las formas puras del arte concreto y la síntesis formal de las piezas clásicas.

El objeto surrealista

El Surrealismo no se entiende sin el objeto y, sobre todo, sin la idea de su metamorfosis: uno de los aportes fundamentales de este movimiento al arte del siglo XX.  Durante los años treinta, Wolfgang Paalen comenzó a experimentar con materiales extra pictóricos, acercándose a la idea de los objetos encontrados (object trouvé) y reinterpretados más allá de las convenciones que rigen la percepción que tenemos sobre ellos.

Fue un activo participante de las exposiciones con objetos intervenidos hasta al menos 1940, cuando destacó el valor del objeto surrealista en el catálogo de la V Exposición Internacional de Surrealismo, donde exhibió El Genio de la Especie y Nube articulada.

DYN

A tres años de su llegada a México en 1939, acompañado de su esposa, la pintora surrealista Alice Rahon, y su mecenas Eva Sulzer, comenzó a editar la revista DYN. En sus páginas, Paalen incorporó una amplia nómina de artistas internacionales y mexicanos, artículos y ensayos de variada índole, así como materiales documentales sobre los pueblos indígenas de América.

A partir de la edición e impresión de DYN, su obra tomó un giro importante y la revista se hizo un medio de divulgación de ideas y propuestas artísticas en la que coincidían el arte amerindio, la ciencia, la antropología y la modernidad. Empezó a preocuparse por ideas asociadas a la energía y los descubrimientos más recientes de la física, que influyeron notablemente en sus pinturas y dibujos de los años cuarenta.

El lenguaje del humo

Quizás el aporte más significativo de Wolfgang Paalen al lenguaje del surrealismo pictórico del siglo XX sea la técnica del fumage, que inició hacia el año de 1937. Siguiendo de alguna manera las estrategias de automatismo psíquico de André Breton, a partir de los rastros del humo que deja una vela encendida sobre un lienzo o papel, Paalen creó formas y espacios ciertamente enigmáticos y llenos de arcaísmos. De hecho, las primeras obras de esta serie, realizadas a lo largo de dos años, forman parte de los llamados Paisajes totémicos, entre los que destaca el Gran Fumage (Orfeo) de 1938.

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